Hotel Venta Juanilla se encuentra situado a 50 km de la ciudad monumental de Segovia y a 45 minutos de Madrid, dentro de un precioso entorno natural.
Este histórico hotel está ubicado en un edificio del siglo X lo que fue el antiguo Monasterio de Santo Tomé. Cabe destacar por su importancia en la historia, que durante la Guerra de la Independencia, el general Napoleón Bonaparte tomó como cuartel general de las tropas francesas el edificio que actualmente ocupa el hotel.
Hotel Venta Juanilla es elegido primordialmente, por parejas que viajan sin niños y que pretenden pasar un fin de semana o estancia tranquila y romántica, dada la tranquilidad del entorno. El diseño de las habitaciones y las zonas comunes, respeta la historia del edificio, pero tanto las habitaciones como los cuartos de baño, son completamente nuevos y adaptados a las necesidades actuales. Todas las habitaciones son exteriores, desde las suites a las habitaciones estándar, pasando por las habitaciones abuhardilladas, con un encanto especial, cuentan con luz natural y, además, disponen de aire acondicionado, minibar, caja fuerte y wifi gratuito. El hotel dispone de garaje interior y parking exterior.
El restaurante de Venta Juanilla sirve una comida tradicional, pero con toques de autor, y la especialidad es el lechazo asado en horno de leña. El hotel también dispone una cafetería tranquila donde poder tomar café, meriendas, una copa tranquila e incluso unas raciones.
En las inmediaciones del Hotel Venta Juanilla y apenas a 15 minutos en coche, se encuentran las encantadoras localidades de Pedraza, Cuéllar, Sepúlveda y Riaza. Muy cerca, se encuentran los pueblos medievales de Ayllón y Maderuelo. Además, el hotel está muy cerca de las piscinas naturales de Cerezo y Navafría y del parque nacional Hayedo de Tejera Negra.
En la zona se pueden practicar todo tipo de deportes y actividades al aire libre como jugar al golf, montar a caballo, realizar paseos en piragua por las Hoces del Rio Duratón, quads, senderismo, Bike park en la estación de esquí de La Pinilla, o incluso, realizar una excursión de turismo enológico para degustar el vino de la Ribera del Duero, en cualquiera de las bodegas que se encuentran próximas al hotel.