Lleva el nombre de un paraje del acervo geográfico de Fuenteguinaldo. Es una antigua casa de principios del siglo pasado, totalmente restaurada, que conserva tanto en su estructura como en su decoración la autenticidad de la arquitectura de la zona. Las paredes exteriores son de piedra de pizarra vista. En su fachada se mantiene, como testigo mudo y ya casi único en las construcciones guinaldesas, en piedra de cantería, un hermoso portalillo que, posibilitando la entrada principal a la casa, nos sirve también para pasar un buen rato sentándonos “al serano” admirando un limpio cielo estrellado o para resguardarnos de la lluvia. La madera y la forja conforman con sencillez y de forma acogedora el mobiliario rústico de su interior.